ENTRE LAS CUERDAS
SI me saciaras, si tú llenaras
con la lluvia tenue y vespertina
esta angustia de amor que me atropella.
Amor perdido en la aridez de los desiertos,
encapsulado a la orilla del camino,
no tendrá para él la lluvia que lo germine,
y quedará esperando a las orillas.
Soledad, tristeza,
añoranza feliz de aquel tiempo,
yo que voy arrastrando los trenes de la vida…
Felicidad que se llevaron los buitres
del desaliento
para devorar los panes de mi dicha.
“Al encuentro”
Rocío Oviedo y Pérez de Tudela
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